¡Buenos días! ¿Cuántos estáis ya de vacaciones? Yo lo del color lo voy arreglando poco a poco con estos días tan buenos y soleados que tienden al infinito cuando se trata del verano. En las redes cada vez más fotos de playas y paisajes en los que nos quedaríamos allí una eternidad. Pero a algunos nos toca seguir y escaparnos los fines de semana largos para aprovechar la vida a tope. Habrá que combatir el calor de Madrid de alguna manera porque en Agosto es insoportable. A muchos les encanta porque la ciudad está vacía pero a mí me encanta el bullicio y pelearme para encontrar aparcamiento… yo soy así. Y Madrid de vida sabe mucho, todo el día con algún plan, todo el día exprimiendo los minutos.
De momento aún queda tiempo de desconexión, tiempo para la lectura, la tumbona de árbol a árbol que me mece cuando cae el sol o los vinitos por la noche mirando al mar. El otro día pensaba el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos… cuando se va deprisa pocas veces es posible pero en vacaciones yo no quiero saber nada hasta que llega la noche. Entonces es el momento de las cenas que os hablaba el otro día… esas mesas en las que no cabemos en ningún restaurante, esas de la que nos levantamos a las mil y al día siguiente… otra oportunidad para disfrutar. En el look de hoy llevo la falda de rayas ajustada de la que os hablaba el otro día cuando me puse la gris. Esta es perfecta para las vacaciones, muy marinera y con algo blanco arriba me parece que queda ideal. Es de H&M, en rebajas me costó súper baratita, la camiseta de Oysho, el collar y la pulsera de Twenty Violets, las alpargatas de Pull and Bear, el sombrero de un mercadillo y el capazo de Begur Shop. Mil besos en el corazón, mañana más.
¡Feliz Lunes!
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